Tan malo es escribir con el estómago vacío como no haber terminado de digerir la paella.
... y ASÍ ME HE QUEDADO
POSTEANDO CON EFECTO RETARDADO
Es la tercera noche antes de navidad y acabo de guardar el bañador en el armario. Un ejercito de Santas trepan por un emblemático edificio de Independencia.
Es la segunda noche antes de navidad. Saco el bañador del armario a toda prisa porque hace calor, y me voy a la playa.
Mientras, un ejercito de electricistas, ataviados como si fueran a escalar el everest, trepan por otro notable de Z.
Es la primera noche antes de navidad. Regreso y guardo el bañador en un cajón. Mejor tenerlo a mano para poder salir corriendo cuanto antes
El ejercito de electricistas había hecho una performance sobre un parto, con luces de colores.
No sé cuantas noches faltan para la próxima Navidad, pero estoy buscando el tanga y la boa de plumas a toda prisa porque mi chulo va a aparecer en cualquier momento. Quiere llevarme a trepar por los balcones con el ejercito de Santas. Me dice que ha elegido un balcón muy bonito que le recuerda el club donde nos conocimos.
Los Santas y los electricistas nos han prestado cuerdas y mosquetones porque vamos muy mal preparados para la escalada. Yo llevo el bañador colgado de la tira del tanga. Si le da por hacer calor me piro otra vez a la playa.
Mírame
Cuando aparte mi vista de las cosas
Si mis pies se adelantan un paso hacia la orilla.
Pero no me detengas cuando este mar me abrace
Ya no me afano en la labor forzosa de la felicidad
Cuando la muerte sea lo único que quede
Mi vida, al fin, será toda certeza.
es el mejor de los recuerdos.
No me gustan los días de obligado cumplimiento.
Un buen día
Saltas sobre los charcos de mis lágrimas,
horrendo sapo, esperando mi beso
mas no tendras de mí caricia alguna.
Quien no sepa tu hechizo que te bese.
Martyka.
¿Puedo saludar?
Saboreamos el primer sorbo y después, como todos los días, me pones la lengua entre los labios y nuestras bocas agonizan en la eternidad de un beso. Me perturbas, te paras, nos tocamos y nos reconocemos. Creo que ya es inevitable que traspasemos la línea del deseo. Paseas por mi boca y torpemente desabotonas mi camisa rozando con las manos levemente el pedazo de piel que se te ofrece. Me recuerdas que ya no hay marcha atrás y me estremecen tus dedos rozando mi entrepierna. Me ajustas sobre tus muslos y me pego a tu vientre sobre la misma silla. A través del cristal miro la calle, una ventana enfrente, abierta, y mis piernas abiertas sobre ti. Te monto, me penetras, equilibramos fuerzas, te retengo, tu lengua elige otros destinos, mi boca elige devorarte, aprisionar tu sexo, tu calor me humedece por dentro.
Se hace un silencio extraño entre tu boca y la mía mientras retiro las ultimas gotas de mis labios y veo brillar tus dedos mojados en almíbar.
Me retiras el pelo, soudoroso, de la frente. Una noche de insomno durante el mes de enero
Porque todo retorna.
Y a veces no pasa nada, pero a veces pasan cosas.
Las personas también pasan pero todavía no me acostumbro.
Posiblemente sea mejor así, no detenerse, no echar raíces, no acostumbrarse a otra presencia sino la propia.
A veces no pasa nada, pero a veces pasan todos los olvidos, todo lo que nunca hicimos y entonces sentimos la necesidad de recordar.
Recordamos a quien nunca conocimos, las palabras que no pronunciamos, los besos que se quedaron entre los labios y el instante que pretendimos ocupar un espacio en los recuerdos de otro.
Al final, el olvido, se hace más fuerte que el recuerdo y por eso no temo que olvide. Posiblemente así será capaz de recordarme.
Solo queda la huída,
como un fracaso
Solo quedan tus labios
como un vacío
Solo queda el olvido,
como una sombra
Solo queda el cansancio
como un camino.
Solo la soledad como un fracaso
solo la soledad como un vacio
solo la soledad como un sombra
solo la soledad como el camino
Solo queda la noche como unos versos
Solo quedan los versos como destino
Definitivamene; voy a beberme el mar en una noche.
Sintió un principio
de nausea
entre las piernas.
Ya no había dolor,
solo la blanca
carne lacerada
Martyka
Guardaba un alba entre las manos
y mientras despertaba, amanecía.
Martyka
Una actitud es la forma de ver la vida, de vivirla, el talante con el que afrontamos situaciones, el estilo con el que nos presentamos ante los demás, siempre nuestro, irrenunciable.
Una actitud... es estar convencido de que lo que uno hace es lo correcto... (ver entrevista)
Y esta, para mí, es una buena Actitud
Y cuando vuelvas del trabajo,
en un arcen de la M30,
te haras una paja a mi salud.
El sofá de cuero blanco
sigue inmaculado desde entonces.
Dudo que ella se atreva a tanto.
Posiblemente nunca se quite
el sujetador en la cocina.
Martyka.
Seguramente, un día, me cansare de vivir, pero ahora, mataría por no estar muerta.
No se, algo más tenia yo que hacer por aqui...
Mejor mañana.
Aquí hubo un post.
Si no sabes que hacer con estas cosas que el tiempo te va dando, guardalas en un cofre y tenlas preparadas para el viaje.
Tú no sabes a donde, pero las cosas sí.